Mis escritos

En esta sección voy a publicar mis escritos, totalmente originales, provenientes de mi imaginación.
Si queres publicarlo en algún lado, pedime permiso.

Este escrito se llama Poderosos y hasta ahora llevo la primera parte: La magia negra..






Poderosos
La magia negra.

Un pasillo.Un estrecho pasillo...Y allí estaba yo, corriendo.Escapando de algo, precisamente. Me detuve en un recoveco para tomar aire. Escuchaba pasos, pasos de personas que me estaban siguiendo, personas que iban a asesinarme.. Con bombillas de luz rotas colgando encima de mi cabeza, solo recuerdo haber visto una sombra moverse rápidamente hacia mi. Ahí fue cuando me desesperé y corrí.Solo corrí. En medio de la oscuridad. No sabia a donde iba, pero no importaba, solo quería escapar de aquel repugnante mal.. Mientras corría sentía los pasos muy cerca de mi y murmullos entre esas personas como: — ¡Allí esta! ¡Síganla! — o — ¡Que no escape! —

¿Qué rayos quieren de mi? ¿Quienes son esas personas? ¿Que estoy haciendo aquí, o mejor dicho, qué es este lugar? Todas esas preguntas rondaban por mi cabeza. Iba tan concentrada tratando de encontrar la respuesta a cada una de ellas, pensando donde diablos esta la salida de donde quiera que me encuentro, hasta que choqué contra algo y caí rendida al suelo. El golpe se sintió feo.. Como si me hubiera arrollado un auto.


Abrí los ojos...
Creo que me desmalle. En estos momentos me encuentro hundida en mis pensamientos más profundos.. Veo imágenes, pero no estaría mal llamarlos recuerdos..

Me veo a mi tendida en la cama, apoderada del control de la televisión. Como si nada hubiera pasado, cambio a otra imagen. Ryan. Él estaba allí. Salíamos de la escuela..
Me pregunto que sera de él, mi mejor amigo..

CONTINUARÁ... 

Escrito original por Lizzy Tiior para disfrute de los lectores del blog.








VIERNES 04 DE OCTUBRE
¡Hola! Vengo a actualizar mi novela! Antes que nada, quiero aclarar que cambié las imágenes.

                                                                     +*+*+*+



A medida que mis ojos se iban incorporando, noté que estaba en una clínica.. Me pregunté que hacia allí, no sentía ningún dolor.

Intenté sentarme en la camilla, pero sentí un dolor punzante en la pierna izquierda.

Miré y tenía una venda, al parecer había sangrado. En ese momento entró a la habitación una enfermera.

— No te muevas mucho, te va a doler.

— ¿Qué me paso? ¿Por qué estoy acá?

— ¿No lo sabes, verdad? — dijo revisando la herida.

— ¿Saber qué?

— Te atacaron zombies. Cuando Richard y sus compañeros fueron a la ciudad a buscar provisiones, te encontraron entrando a una especie de túnel, al parecer. Te siguieron, pero corriste. Ahí fue cuando te mordieron, en la pierna izquierda..

— ¿Quiere decir que ahora el mundo se ve infectado por una manada de zombies? — dije, tratando de comprender.

— No solo una manada, hay miles de ellos allí afuera. Sabes, es raro que comprendas esto con tanta claridad. Hay más gente, en otras habitaciones. Algunas de ellas todavía no lo creen.

— ¿Puedo ir a mi casa por mis cosas? — pregunté

— Claro, mientras no te duela la herida.

Intenté pararme. Ahora, sentía menos dolor que antes. Casi nada. Mientras hablábamos, la enfermera me había puesto anestesia y me cambió la venda. Podía caminar perfectamente.

— Esta muy bien la herida. Puedo caminar. Voy a estar bien.

Caminé hasta el pasillo de la clínica. Había mucha circulación de gente. A través de una ventana pude ver como estaba fuera: Algunos zombies muertos, otros rondando por ahí, y el ejército armado paseaba de aquí para allá controlando el lugar.

Antes de salir, ví en una puerta un cartel que decía: Si partes ya, lleva protección. Toma lo que necesites.

Me dirigí hacia allí. Habían hecho de una habitación una sala de armas. Como el cartel indicaba, tome una Desert Deagle y sus cartuchos, y además una AK-47.

Pero olvidé un insignificante detalle: No podía salir con la ropa del hospital. Regresé a mi habitación con las armas en la mano y en una mesa encontré mi ropa.

Me cambié rápidamente. Ahora lucia una hermosa chaqueta de cuero y un pantalón, ambos negros, en lugar de un camisón color crema. Ahora sí que estaba lista.

Colgué la AK-47 en mi espalda y llevé en la mano la Desert Deagle.

Al salir de la clínica me encontré con mi auto. Me alegré de verlo en el estacionamiento. Me subí a mi Lamborghini y se me cruzó alguien.

— ¿Jenny? — preguntó

— Si, ¿Quién sos?

+*+*+*+

¿Qué les pareció esta parte? ¿Tienen intriga por saber quién se le cruzó a Jenny? 
Está atento/a al blog y te vas a enterar!



                                      

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